Todo comienza con con una idea.
Es apasionante...
Los proyectos más sublimes pueden surgir al cerrar el maletero del coche,
al picar el billete del metro, al fregar los platos o al pagar las facturas.
Al contemplar la puesta del Sol, las ofertas del supermercado o la escobilla del wc:
¡Es igualdad poética en nuestra realidad humana!
No hay imposibles, pero si ya son pocos los conscientes del poder que esto encierra,
aún son menos los que resisten el precio a pagar: Esfuerzo, dedicación. Horas de trabajo.
En el largo plazo, el éxito y el fracaso son consecuencias lógicas
de la puesta en práctica de todo lo anterior.
L.C.
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