Cuando los dilemas parecen no tener solución;
cuando hay demasiada carga en una decisión;
cuando los acontecimientos te desbordan
y las dudas se acumulan...
Conviene saber que el tiempo tiene el poder de acción
y el margen de maniobra perfecto,
para terminar por resolver casi cualquier cosa.
Hace poco me he dado cuenta de que,
en muchas ocasiones,
es extraordinario no pensar.
L.C.
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