Puedes llegar donde desees, sólo tienes que creértelo.
La persona como tal no tiene límites, ni los conoce. De hecho, los comienza a conocer cuando ella misma los crea.
La persona es un proyecto constante, es novedad consecuente, es renovable cada día.
Cada segundo es variable, y no hay instante calculable; no hay nada escrito.
Desafía tus límites: no existen.
Somos infinitos por naturaleza.
L.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario