Se trata de una manifestación del ser que va mucho más allá del aprendizaje teórico y práctico de unas destrezas instrumentales.
Muchos factores más de los que se suele creer influyen y modelan la labor de un músico, que jamás debería limitarse a trabajar por repetición y a buscar una dudosa perfección en sus ejercicios.
La técnica (siendo evidentemente fundamental) no debe ser considerada un fin en sí misma, si no el medio a través del cual el músico puede expresar todo lo que lleva dentro de sí.
El músico debe ser una esponja para el mundo, debe leer y ver, escuchar, sentir, reír y llorar, viajar y salir todo lo que pueda.
Debe emocionarse tantas veces sea posible cada día pues si no, ¿cómo va a trasladar esto a otras personas?
No creo que haya que vivir "de la música" o "para la música", sino vivir "en la música".
Es, en definitiva, una actitud vital, una búsqueda activa y una identificación espiritual con todo lo bello.
Para un mero ejercitamiento físico, están fenomenal el spinning y el body-pump: En mi gimnasio están todos encantados.
L.C.
Brahms - Cuarteto con piano nº 1 - Movimiento III (Andante)
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