miércoles, 18 de marzo de 2015

Partida

[...] Mi mente, que a veces se escapa a través de la ventanilla, recorre las llanuras y escala montañas. Me lleva hasta el calor del verano, hasta la risa del amigo, a los olores del hogar; hace que todo mi interior se encoja de melancolía que sabe a felicidad.
Con oportunismo el revisor pide la tarjeta y me devuelve a la realidad, al mundo donde hay que pagar por desplazarse, donde se tiene hambre o ganas de ir al baño. Donde se sabe en qué minuto llegas a qué estación, en un antagonismo casi estúpido a lo que las personas tenemos dentro.
Mientras arrastro la maleta por las escaleras, sé que una parte de mí aún está en el viaje y tarda más en llegar, y con ella corretean mis pensamientos mientras no duermo.

Mi mente, que a veces se olvida de los kilómetros y de la lluvia, te roza tan suave que no te das cuenta, cuando yo no lo sé.

Luis C.
9-I-2015

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